Nos encontramos en medio de tiempos de transformación innegables. El mundo está atravesando un cambio profundo, liberándose de las limitaciones de un viejo paradigma dominado por el miedo y abrazando una nueva era de paz y armonía de conformidad con…
Nos encontramos en medio de tiempos de transformación innegables. El mundo está atravesando un cambio profundo, liberándose de las limitaciones de un viejo paradigma dominado por el miedo y abrazando una nueva era de paz y armonía de conformidad con la ley universal. A lo largo de décadas, nuestro planeta se ha ido realineando constantemente con el orden natural del cosmos.
En esta inminente era de paz, nuestra existencia ya no estará gobernada por el implacable paso del tiempo o la incesante búsqueda de riqueza material. Más bien, seremos guiados por una sincronicidad armoniosa del universo.
Sin embargo, es fundamental comprender que no todos realizarán una transición fluida a esta nueva realidad. Sólo las almas más puras sintonizadas con las frecuencias del amor y la compasión atravesarán los velos que separan la vieja tierra de la nueva.
Nuestra presencia en este momento es profundamente significativa.
Nos encontramos en medio de los tiempos más desafiantes, donde no se puede subestimar la importancia de mantener la pureza, el amor y la paz. Ante la agitación y la incertidumbre, es crucial anclarnos en el santuario de nuestros corazones.
Estamos llamados a permanecer firmes y resueltos, con nuestro enfoque inquebrantable en el santuario interior de nuestro ser. A pesar del caos que pueda arremolinarse a nuestro alrededor, nos mantenemos firmes en el conocimiento de que un propósito mayor nos guía. Es esencial mantener la mirada fija en el panorama más amplio. Reconociendo que esta tempestad pronto pasará. A través de la furia de la tormenta, perseveramos, sabiendo que nuestra misión se extiende más allá de las pruebas del momento presente.
Estamos en medio de este momento crucial en el que el viejo mundo todavía es evidente a medida que la nueva materia divina crece dentro de nuestros propios cuerpos. Ha llegado el momento de la siguiente etapa del destino humano, la nueva especie Diésica.
Debido a mi pacífica falta de cooperación, fui a prisión. Describo mi experiencia en la cárcel en mi libro: LA VERDADERA LIBERTAD ESTÁ ADENTRO DE MI. Consulte mi sitio web
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