First published at 02:17 UTC on March 21st, 2024.
Cuidado con la mujer infiel
Querido jovencito, cumple al pie de
la letra con los mandamientos de tu
padre y con las enseñanzas de tu
madre.
Grábatelos en la memoria, y tenlos siempre
presentes; re mostrarán el camino a seguir,
velarán tu sueño mientras…
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Cuidado con la mujer infiel
Querido jovencito, cumple al pie de
la letra con los mandamientos de tu
padre y con las enseñanzas de tu
madre.
Grábatelos en la memoria, y tenlos siempre
presentes; re mostrarán el camino a seguir,
velarán tu sueño mientras duermes, y
hablarán contigo cuando despiertes.
Los mandamientos y las enseñanzas son
como una lámpara encendida; la corrección
y la disciplina te mostrarán cómo debes
vivir; te cuidarán de la mujer infiel, que
con palabras dulces te convence.
No pienses en esa malvada; no te dejes
engañar por su hermosura ni te dejes
cautivar por su mirada. Por una
prostituta puedes perder la
comida, pero por la mujer
de otro puedes perder
la vida.
Si te echas brasas en el pecho, te
quemarás la ropa; si caminas sobre
brasas, te quemarás los pies; si te
enredas con la esposa de otro, no
quedarás sin castigo.
No se ve mal que un ladrón robe para calmar
su hambre, aunque si lo sorprenden robando
debe devolver siete veces el valor de lo robado;
a veces tiene que pagar con todas sus
posesiones. Pero el que se enreda con
la mujer de otro comete la peor
estupidez: busca golpes,
encuentra vergüenzas,
¡y acaba perdiendo la
vida!
Además, el marido engañado da rienda
suelta a su furia; si de vengarse se trata,
no perdona a nadie. Un marido ofendido
no acepta nada a cambio; no se da por
satisfecho ni con todo el oro del
mundo.
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